Del Cristo Evangelizador a la Iglesia Evangelizadora

CAPÍTULO II

Para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos...

Jesús nos revela el Misterio de Dios, Comunidad de Amor


La Iglesia, llamada a continuar la misión de Jesús

“Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud”

La misión salesiana

El carisma salesiano participa de la misión universal de la inglesia: una experiencia del Espíritu, un don de Dios que se entregó a la Iglesia y toda la humanidad a través de Don Bosco, con propiedades las cuales se clasifican en:
Propiedades Distintivas:

1. Destinatarios específicos: “reunir” a los jóvenes;

2. Predilección por “los más pobres, abandonados, en peligro”: “alejados” de Dios, marginados por la comunidad humana, los que mayor carencia sufren de la experiencia del amor de Dios;

3. un estilo típico que privilegia el amor (amor educativo que hace crecer y crea correspondencia) y la comunión (espíritu de familia), para superar la soledad y la explotación;

4. la “mediación privilegiada” de la educación y la experiencia de la Comunidad Educativo-Pastoral “experiencia de Iglesia, reveladora del designio de Dios” (Const. 47)

María, madre y maestra


Rostro materno del Amor de Dios

Es una presencia materna en el camino

Se preocupa por los más necesitados

Con amor nos conduce a Jesús

Infunde esperanza para toda la humanidad



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